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Derribar a los encargados
Erica R. Hendry, Smithsonian Magazine, 11 de marzo, 2014

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Cuando eran artistas jóvenes, Santiago Sierra y Jorge Galindo se sintieron atraídos por la creación de piezas que incomodaban un poco a la gente; no buscaban un arte estático, sino un trabajo que suscitara la reflexión entre los espectadores.

A diferencia de sus compañeros de la Universidad Complutense de Madrid de mediados de los 80, que parecían montar espectáculos en casi cualquier lugar con facilidad, la pareja luchó para convencer a la mayoría de las instituciones -o al menos a las más prestigiosas de la ciudad- de aceptar sus piezas provocativas. Salieron entonces a las calles de la ciudad, llenándolas de grafitis y murales. De no obtener el permiso (lo que era más común que obtenerlo), probaban su suerte.

En muchos sentidos, años más tarde, cuando la crisis económica de España comenzó a desembocar en disturbios políticos, la cuestión no se trataba de cómo ambos, que habían seguido construyendo sus carreras en ciudades separadas -Galindo en Londres y Sierra en Madrid- volverían a colorear la ciudad con sus tácticas guerrilleras. La cuestión era cuándo.

Su regreso en 2012 se produjo sin previo aviso un mediodía de agosto en forma de una actuación en vivo: un desfile no autorizado por la Gran Vía, la vía central de Madrid, de Mercedes-Benz sedan negros que llevaban retratos invertidos de Juan Carlos I -soberano que dio paso a la Transición española hacia la democracia tras la muerte en 1975 del dictador Francisco Franco- y los subsecuentes seis presidentes del gobierno del país.

Utilizando audios y videos originales y "encontrados", los artistas inmortalizaron la experiencia en "Los Encargados” (2012), una grabación de seis minutos disponible ahora en el Museo Hirshhorn y el teatro Black Box del Sculpture Garden. El evento, según esperaban, haría que los transeúntes "prestasen atención a las acciones de la élite gobernante"; siendo entonces la obra una pieza duradera que podría ayudar a otros a cuestionar a políticos de todo el mundo.

Tenía la "intención de ser una protesta sobre el clima político en España y cómo, incluso bajo un régimen democrático, continúan los problemas sociopolíticos y económicos", dice la curadora Kelly Gordon. Pero a través de la grabación, su alcance va mucho más allá.

Utilizando 12 cámaras, los artistas capturaron en blanco y negro la procesión mientras esta recorría la ciudad en calles inusualmente vacías (casualmente, hubo otra manifestación en toda la ciudad, dice Gordon).

El evento -que casi fue detenido por la policía, dice Gordon- causó una sensación viral después de que los espectadores publicaran fotos y videos en línea. La belleza de la grabación, y la edición, está en que permite a los artistas jugar con la percepción. En algunas tomas, los retratos, que fueron creados por Galindo, se enderezan mientras los autos circulan bocabajo, o marcha atrás, por las calles. En la grabación, mientras los automóviles desfilaban por museos, cines antiguos y otros lugares emblemáticos, los editores agregaron la canción populista polaca “Warszawianka” -el himno característico de la Guerra Civil española. La pantalla se divide en tres cuando las cámaras se acercan al blanco de los ojos de los líderes, y una siniestra sirena de la policía se engrandece y desvanece cuando la pieza llega a su fin.

Algunos han dicho que la forma en que se organizó recuerda una procesión funeraria, una marcha hacia el entierro de “los responsables [que] estaban políticamente muertos”; otros dicen que los retratos al revés evocan la imagen de los líderes colgando de las manos del país.
Gordon, quien vio la pieza por primera vez en Alemania, dice que la grabación supone una "declaración fuerte y memorable sobre el cuestionamiento del poder político".

“Es un blanco y negro tan elegante que de alguna manera se suma a la seriedad del trabajo y alude a cómo conecta el pasado con el presente”, dice.

Por inquietante que parezca, Gordon "quedó impresionada con la sugerencia de que 'los encargados’ son globales", dice Gordon, lo que significa que sea cual sea su nacionalidad, la pieza probablemente encontrará una manera de provocar la introspección.

“Los Encargados” se exhibirá en el Museo y Jardín de Esculturas Hirshhorn hasta el 18 de mayo.

Villa Magdalena | Jorge Galindo and Santiago Sierra: Los encargados

Fotograma de “Los Encargados” de Santiago Sierra y Jorge Galindo, 2012. (© Santiago Sierra y Jorge Galindo. Cortesía de la Galería Helga de Alvear, Madrid)

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